La tradición conservera de mar en España
España es uno de los principales productores y exportadores de conservas de pescado y los datos recientes indican una tendencia al alza. Las regiones de Galicia y Andalucía han sido fundamentales para dirigir el crecimiento de la industria.
Durante el siglo XIX, la industria del salazon española floreció y fue adaptando paulatinamente nuevas técnicas que allanaron el camino para el surgimiento de la industria conservera. El primer producto que se enlató fueron las sardinas, descubiertas por buzos locales cerca de Galicia en un cargamento procedente de un naufragio francés hacia 1850.
El atún es el principal pescado de la industria conservera española, representando hasta el 70% de la producción total de la UE. También es la especie más importante de Andalucía y la conserva más consumida en España, con una media de tres kilos por persona y año, muy por encima de la media mundial.
La industria conservera española se ha sustentado en una amplia gama de productos del mar, incluidos mejillones, berberechos y almejas de las rías gallegas; melva y caballa de la costa andaluza; y anchoas y bonitos de la cornisa cantábrica.
El aceite de oliva no solo sirve como un valioso método de conservación, sino que también mejora la calidad de las conservas de pescado españolas. Al abrir una lata, es fundamental no tirar el aceite de oliva, ya que puede servir como un delicioso acompañamiento para otros platos.
Ramón Peña, icono de tradición en conservas
Ramón Peña es una empresa española de conservas de marisco con una rica tradición en la conservación de alimentos que se remonta a 1920. La filosofía de la empresa se basa en la mejora continua y el compromiso por conservar lo mejor del mar en sus conservas. Todos sus productos proceden de las rías gallegas, consideradas como uno de los ecosistemas marinos biológicamente más diversos del planeta.
Innovación y sostenibilidad
Ramón Peña cree que la clave para diferenciarse en un sector competitivo es su apuesta por la innovación y el desarrollo. Disponen de un laboratorio equipado con la tecnología más avanzada y basan su crecimiento en la mejora de procesos y tecnología.
La compañía también apuesta por la sostenibilidad y la pesca responsable para garantizar el futuro de la biodiversidad marina. Disponen de un sistema de depuración biológica que no utiliza productos químicos, y los residuos o subproductos alimentarios son recogidos por agentes autorizados para su posterior aprovechamiento.
Ramón Peña cuenta con las certificaciones de calidad IFS y BRC Global Standard for Food Safety, que garantizan la calidad y seguridad alimentaria de sus productos y procesos. Actualmente exportan a más de 26 países, llevando conservas de calidad a todos los rincones del planeta.
Los productos de la empresa se diferencian en el mercado actual por su estricta clasificación de materias primas, junto con procesos artesanales, que mantienen controles de calidad a lo largo de todo el proceso productivo.
¿Cómo disfrutar del Marisco en Conserva?
No hay mejor manera de servirlo como aperitivo con pan, picos o patatas fritas. Mejillones en escabeche con patatas fritas, una ensalada de ventresca de atún con tomates, huevos endiablados o paté de mejillones son algunas de nuestras mejores opciones. ¿Quieres estar a la moda? No olvides usar los jugos restantes para preparar sopas, guisos o salsas que de seguro deleitarán sus papilas gustativas. Suena tentador, ¿no?